La convivencia entre el ser humano y la naturaleza es compleja, más aún cuando los avances tecnológicos impulsan al hombre a aventurarse en ámbitos y terrenos antes no explorados. Una de las funciones de los laboratorios especializados consiste, precisamente, en las campañas geofísicas, de las cuales se extraen toda clase de datos que permiten analizar desde la viabilidad de un proyecto hasta la solución de diversas problemáticas que hayan podido surgir en el establecimiento del mismo.
Una de las principales finalidades estas campañas consiste en la caracterización de un terreno, para así poder confirmar la viabilidad de instalaciones sumergidas en el fondo marino o para cualquier proyecto que pueda suponer una perturbación del hábitat natural. Una de las informaciones de gran importancia que podemos obtener a través de estos estudios es la referente a la detección de riesgos geológicos.
Clasificando riesgos geológicos
Los riesgos geológicos son susceptibles de manifestarse o de producirse por diferentes contextos y su factor de riesgo suele determinarse en función de la peligrosidad potencial a que suceda algún tipo de evento, al nivel de exposición al que estarían sometidas personas y/o bienes de cualquier tipo y la vulnerabilidad, es decir, el hipotético impacto que causaría en las personas afectadas o en el escenario implicado de producirse.
Este tipo de riesgos puede corresponder a tres tipos: el primero haría referencia a los riesgos tecnológicos o culturales y estaría producido por causas humanas (desde un fallo o error debido al cansancio como un vertido o emisiones contaminantes). El segundo tipo correspondería los riesgos naturales, dentro de los cuales existen diferentes tipos: los físicos (atmosféricos, geológicos, cósmicos…), los biológicos (enfermedades, epidemias, plagas) y los químicos. Por último, también tendríamos los riesgos de tipo mixto, o lo que es lo mismo, aquellos riesgos naturales que son intensificados por mano del hombre.
Anticipando riesgos geológicos
Las campañas geofísicas se encargan, entre otras finalidades, de prevenir los riesgos geológicos a través de la extracción y análisis de datos. A través de estas acciones se puede llegar a evitar un evento de estas características o, en caso de producirse, atajar la problemática disminuyendo los daños o procediendo a la eliminación de aquellos factores que lo hayan propiciado.
Para detectar posibles áreas que contengan zonas de riesgo se procede a la elaboración de mapas de riesgos, los cuales parten de la suma de las variables especificadas más arriba (peligrosidad, exposición y vulnerabilidad) para así poder prevenir o incluso proceder a medidas de control y/o evacuación que eviten daños personales.